Como para seguir mostrando diferencias en los discursos, las estrategias y las formas, los senadores Carlos Reutemann y Rubén Giustiniani cerraron ayer la campaña eligiendo escenarios contrastantes. Mientras el socialista participó de una caravana en Rosario, el mayor centro urbano de Santa Fe, el peronista disidente optó por una recorrida por el interior agropecuario. Ambos buscan la reelección en una compulsa que se proyecta equilibrada.
Bastión del socialismo, que la gobierna desde 1989, Rosario se convirtió en la última parada de Giustiniani. La elección no fue casual: en esta ciudad votan uno de cada tres santafesinos y es aquí donde el Frente Progresista espera obtener una ventaja que Reutemann no logre descontar en el resto del territorio.
El gobernador Hermes Binner, que jugó fuerte en la campaña, se sumó en el cierre de la caravana. "Esto es como hablar de la madre. Uno cree en todo lo que hace. Entonces, espera que los resultados sean buenos", explicó Binner al ser consultado por los guarismos que maneja.
Reutemann se inclinó antes de la veda por un escenario en el que se siente cómodo: poblaciones que mantienen una fuerte vinculación con la actividad agropecuaria. Ayer tocó ocho localidades del sur de Santa Fe, entre Mugeta y Rufino.
Durante el día, el candidato y ex piloto de Fórmula 1 volvió a criticar el tono que sus rivales le imprimieron a la campaña. "Nunca hubo una campaña tan mugrienta como ésta", se quejó. Y le apuntó a Binner: "El que está en la foto no es candidato. Es una testimonial trucha".
Otro de los actores fuertes que tendrá la elección en este distrito, el diputado del Frente para la Victoria Agustín Rossi, terminó la recorrida de campaña acompañado por Alberto Fernández. El ex jefe de gabinete pidió al electorado que lo respalde. "No nos priven de tener un diputado como él", recomendó.
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