Inyectarán más dinero a los bolsillos de los sectores que más destinan al consumo. Esperan impacto en la actividad, pero también en inflación.
A partir de mañana, el gobierno nacional comenzará a abonar los aumentos en las jubilaciones y asignaciones familiares anunciados por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner hace un mes. La medida implica volcar a la economía $ 18.000 millones anuales, que en su mayoría irán a estimular más aún el consumo, dado que se trata de sectores que destinan casi la totalidad de su ingreso a cubrir necesidades básicas.
Por eso es que la medida tendrá un impacto casi pleno sobre el nivel de actividad y, posiblemente, también generará un renovado impulso sobre la inflación, en la medida en que esta demanda adicional no logre ser abastecida por la oferta de bienes y servicios. Algunos analistas privados esperan que septiembre sea el mes "pico" en cuanto a actividad de la economía.
Un reconocido consultor de la city porteña hablaba anoche de "superseptiembre", ya que el gobierno redobla la estrategia de llevar todos los motores de la política económica al máximo de su capacidad.
En el plano fiscal, con el gasto creciendo a un ritmo del 35% interanual, estos $ 18.000 millones más inyectarán al consumo una vitalidad adicional, pero también a los precios.
En paralelo, la política monetaria tiene luz verde para volver a expandirse sin condicionantes, luego de que el directorio del BCRA autorizara la semana pasada la ampliación de las metas del programa monetario, que implican ampliar la oferta de dinero en $ 20.000 millones, monto similar a las utilidades que debe transferir al Tesoro y de las cuales resta girar cerca de $ 16.000 millones hasta fin de año.
El crecimiento
Este escenario deberá ser incorporado en las estimaciones de los analistas, quienes ya calculan para 2010 un crecimiento de entre 8,5% y 9%.
Los aumentos en jubilaciones y asignaciones por hijo que anunció el gobierno con un mes de adelanto fueron la respuesta política a los embates de la oposición por actualizar los haberes de la clase pasiva según el 82% del salario mínimo vital y móvil, proyecto que ya cuenta con la sanción de la Cámara de Diputados. Rápida de reflejos, en aquella oportunidad Cristina Fernández advirtió a empresarios sobre eventuales subas de precios: "Que no vengan ahora a aumentar los precios porque hay aumentos a los jubilados y en las asignaciones familiares. Esto no les sale un peso, es toda inversión social del Estado", alertó la mandataria.
Presupuesto
En otro orden, el diputado de Proyecto Sur, Claudio Lozano, advirtió que si el ministro de Economía, Amado Boudou, manda un proyecto de presupuesto 2011 "que no tenga que ver con la realidad, va a ser muy difícil que sea aprobado".
En declaraciones a DyN, Lozano advirtió que "ya la Cámara de Diputados le reclamó a Boudou que envíe un proyecto de ley complementario para el presupuesto de 2010, que es un dibujo".
El legislador de centro izquierda consideró que "el de este año es un verdadero dibujo donde hay ingresos por más de 80.000 millones de pesos que nadie discutió y hay gastos por 55.000 millones que no están contemplados. Si persisten en que el presupuesto no tenga ningún vínculo con la realidad va a ser muy difícil que sea aprobado. El que define es el gobierno", agregó Lozano.
En tal sentido, sostuvo que si la economía crece este año al 8 por ciento, en 2011 "va a crecer al 5 por ciento, sólo por inercia".
Ventas
La venta por unidades en supermercados aumentó en julio 12,6% respecto del mismo mes del año pasado, con una suba de precios interanual de 11,5%, según el Indec. En tanto, frente a junio los precios mostraron un alza de 0,77%, en línea con la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC). En consecuencia, para el organismo oficial en siete meses los valores de los productos en los supermercados acumulan un avance de 6,7%.
Los detalles
De los $ 18.000 millones, $ 14.256 millones corresponden al aumento del 16,9% en las jubilaciones que comienzan a regir mañana por la Ley de Movilidad Jubilatoria, que establece dos subas anuales. A ello hay que sumarle $ 1.966 millones por el alza del 22,2% en la asignación familiar y otros $ 1.768 por idéntico aumento en la asignación universal por hijo. En adelante, la jubilación mínima pasará a $ 1.046,5 mensuales, mientras que la asignación por hijo se incrementa a $ 40 hasta llegar a $ 220 mensuales.
La medida en su conjunto alcanza a 14,2 millones de personas, uno de cada tres argentinos. En su mayoría se trata de jubilados y las familias de menores ingresos. Tendrá un marcado impacto en la economía porque en la jerga de los economistas los destinatarios son los estratos con mayor propensión marginal a consumir. Es decir, aquellos sectores que destinan al consumo una mayor parte de cada peso adicional de ingreso.
Actualmente el consumo representa dos tercios del PBI del país y va en ascenso. La paradoja que plantea es que en este contexto juega a favor y en contra. Por un lado, tracciona la economía como ninguna otra variable. Pero el exceso de demanda fogonea aún más los precios.
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