martes, 21 de septiembre de 2010

Fuertes cambios en el consumo por los precios y las modas


Menos carne vacuna y más pollo, menos leche y más yogur y se bebe menos vino. En el caso de los lácteos, el consumo se recuperó después de la crisis del 2001 pero no logra alcanzar el volumen de los 90.
El consumo de alimentos, en los últimos años, recibió con fuerza --no sólo la impronta de la inflación-- sino también del marketing y del estilo de vida saludable.

Los resultados están a la vista: se come mucha menos carne de vaca y más pollo.

Se toma menos vino pero de mayor calidad y las aguas saborizadas pretenden reemplazar a las gaseosas. También la publicidad y las modas influyen en el consumo de lácteos: las ventas de yogur se duplicaron en detrimento de la leche común. Estos son algunos cambios en la mesa de los argentinos: La caída en el consumo de carne vacuna es un proceso que lleva décadas: (de los 86,5 kg anuales en los '80 a los actuales 56 kilos). Sin embargo, una estocada importante a la ingesta de este producto esencial de la canasta básica fue el aumento del precio por la abrupta caída del stock de animales. "Frente a una suba de los precios del 57,8% en lo que va del año, la demanda de bifes cayó un 16% en el primer semestre", señala un informe reciente de la consultora Abeceb.com. Lo bautizaron: Cómo cambió la mesa de los consumidores en los últimos 30 año .

El menor consumo de cortes vacunos fue reemplazado parcialmente por el pollo. Así, mientras en la década del '90, se consumía 12 kg. anuales de carne aviar, el año pasado la cifra se elevó a 33 kg. Se estima que la producción avícola en general va a crecer por encima del 5% promedio anual durante el próximo quinquenio: una buena noticia para las granjas locales. Un estudio del mercado de consumo de huevos prevé que el consumo crezca de 215 huevos por habitante por año a 265 en 2017.

"Otro cambio sustancial en la dieta del argentino medio se observa en el consumo de vino", señala el informe de Abeceb. La evolución por habitante demuestra una caída a menos de la mitad desde la década de 1980, cuando se registraba un promedio de 65 litros anuales de esta bebida. En 1990 fue de 60 litros y actualmente es de 30 litros. La merma coincidió con una migración del tradicional vino de mesa a los varietales de mayor calidad. De tal forma que hoy, éstos representan el 30% de las ventas totales de vino, cuando hace una década la proporción era del 14% .

Las gaseosas, por su parte, suelen ser un buen termómetro de las familias para percibir la situación económica del país. Ya que es uno de los primeros recortes que se hacen en el presupuesto de los hogares. Si bien su consumo creció mucho en los últimos 30 años, este mercado se encuentra relativamente estancado", explica la consultora. Los fabricantes, tomaron nota de la situación y apelaron a una estrategia de diversificación de la oferta acorde con las nuevas tendencias de consumo y colocaron productos más novedosos como las aguas envasadas, que triplicaron el crecimiento del consumo de gaseosas ." En el caso de los lácteos, el consumo se recuperó después de la crisis del 2001 pero no logra alcanzar el volumen de los 90", explican. Aún, cuando las ventas de yogur, en detrimento de la leche,- se duplicaron.

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