sábado, 16 de abril de 2011

La obesidad infantil crece sin pausa

SALUD


Considerada una epidemia global se trata de una enfermedad que creció notablemente en la población infantil. Los cambios rotundos en el estilo de vida ayudan a entender la tendencia.

Si bien existe una predisposición genética a padecer obesidad, la combinación de factores hereditarios y ambientales son los que determinan que un niño propenso a engordar desarrolle la enfermedad y explican, además, el crecimiento de la obesidad y el sobrepeso en los últimos años.
En diálogo con UNO la doctora Luz Don, otorgó datos acerca de un problema que calificó como muy preocupante. La especialista en Medicina Interna, Cardiología y Nutrición Clínica sostuvo que la obesidad infantil está directamente relacionada con el estilo de vida que los mismos tienen.
Los entretenimientos que ofrece la tecnología (televisión, computadora, play station) tientan a pasar largas horas frente a la pantalla, mientras que las publicidades incitan al consumo de alimentos no saludables. Las actividades físicas, deportivas o al aire libre se fueron limitando al mínimo.
Además, los alimentos industriales ricos en grasas saturadas, como son golosinas y snacks, dejaron de ser de consumo ocasional.
Estos factores conducen a ingerir menos alimentos nutritivos, a incorporar más productos de alto valor calórico y, al haber un menor gasto energético por falta de actividades físicas, se genera un aumento de peso.

Disfrazados de saludables
Hay un determinado grupo de alimentos que está considerado como "chatarra" y es decisión de los padres o tutores permitir la ingesta o no de estos productos.
Hay otros alimentos, disfrazados de saludables, que van formando un perfil hipercalórico, como lo son las galletitas, los yogures que tienen anexos de chocolates y los cereales azucarados que se consumen en el desayuno.
Don explicó que para tener asegurado el crecimiento, los niños necesitan una cantidad justa de calorías. "Hay un momento muy crítico, en el tercer o cuarto grado, en donde el chico se pega un estirón muy fuerte. La mamá podrá observar si el niño se pone más gordito; tienen que controlarlo y llevarlo rápidamente a la pediatra en caso de ser necesario, porque puede terminar siendo obeso", dijo la médica y explicó que "es un momento en donde se reproduce el tejido adiposo, con lo cual el niño aumentará su peso pero no su estatura. Estos niños pagan la obesidad con la falta de crecimiento, serán los más grandes de su grado en cuarto, pero a los 13 años serán los más bajitos".
Don hizo referencia a muchas madres que llegan abatidas. Es que los niños tienen un sobre estímulo en las escuelas, donde las colaciones que reciben son totalmente calóricas y carentes de nutrientes y las propagandas televisivas los incitan a comer sin medida. "Este cliché de que las madres teníamos que alimentar a los niños para que crecieran hoy está fuera de foco, porque los niños están sobrealimentados para los gastos calóricos que realizan", dijo Don.
Hasta hace 30 años, los chicos jugaban trepándose a los árboles, andaban bicicleta, jugaban a la pelota y hoy, por una cuestión de seguridad, están encerrados ingiriendo alimentos frente al televisor.
"El tema de la nutrición infantil es diverso. Hay chicos desnutridos, anémicos, con mal crecimiento y que quedarán con baja tasa y otros chicos sobrealimentados que corren riesgo de morir por un infarto a los 30 años", mencionó la especialista. Como dato, aclaró que por cada 10 kilos de sobrepeso que tiene un niño, es como si tuviese 10 años más en relación a su metabolismo.

Necesidad de reglamentación
Es sumamente necesario que se reglamente la publicidad a la que acceden los niños y los alimentos que se les ofrecen en los quioscos escolares. "Los chicos no son los que van al supermercado, sino los padres, que vivieron otra situación, otra cultura. Esa idea de que al nene hay que alimentarlo para que crezca, no va más, porque los chicos no gastan calorías. Hay que achicar los volúmenes de alimentación, sino, entre los adultos a los que el avance de la medicina les prolonga la vida y los chicos de corta edad que ya padecen, por ejemplo colesterol, tenemos una humanidad llena de gente enferma", especificó.

Recomendaciones
Se debe realizar las cuatro comidas principales. Es fundamental que los chicos desayunen porque tiene una incidencia sobre el rendimiento escolar. La alimentación variada debe ser incorporada desde pequeños.
En los niños, hay que insistir especialmente con la actividad física. En la medida que tengan mayor desgaste energético van a poder compensar la ingesta de calorías que no pueden evitar por estar en crecimiento o por compromisos sociales.
Mantener una buena hidratación y preferir la ingesta de agua o jugos. El consumo de gaseosas suele ser un hábito arraigado desde pequeños y, aunque no debe ser prohibida, sí limitada

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